viernes, 28 de marzo de 2014

Crisis energética, para que la entienda mi padre.



Creo que este blog necesitaba esta entrada. En más de un post he hecho referencia a la crisis energética y su relación con la economía, expliqué vagamente el sinsentido de una economía basada en el crecimiento perpetuo, así como la gran probabilidad de que colapsemos si no cambiamos el rumbo. Pero hacía falta un texto de referencia que aclarase la naturaleza del problema.

Cantidad de autores han escrito y escriben sobre el tema, por fortuna cada vez son más. Este texto no pretende descubrir la pólvora, sino hacer un nuevo esfuerzo de comunicación para que todos entendamos de la manera más sencilla posible lo que supone el fin de la energía barata, de la misma manera que lo entiendo yo, que no soy científico ni economista.

Se lo dedico a mi padre, ingeniero y economista, que suele responder con un “bueno hombre, no será tanto”, cuando intento sacarle el tema. Que una persona progresista, con conocimientos de física y economía no vea el elefante rosa en la habitación, es síntoma de que este texto es necesario.

Comienzo con la conclusión:

“Crecer indefinidamente es imposible en un planeta finito. Antes o después los requerimientos de materias primas y energía sobrepasarán la capacidad de regeneración del planeta. Ese momento ya ha pasado, hace ya bastante tiempo.”


Cuando hablo de “crecer” me refiero al crecimiento económico, ese objeto de deseo que tanto liberales como socialistas invocan constantemente en las pantallas de nuestro televisor, esa necesidad imprescindible para sacarnos de esta “coyuntura” económica.
Y todo ello por la usura. El interés que cobran los bancos al crear dinero, requiere un crecimiento de la economía superior a ese interés para que “la cosa vaya bien”, se cree empleo, y todo ese discurso que oímos a diario. Esto es así porque el sistema está montado así, no porque sea una ley natural, por lo tanto, puede ser cambiado. Obviamente, me voy a ahorrar de distinguir entre economía financiera y productiva, para no liar el post y enrollarme más de la cuenta.

¿Qué significa la energía en el mundo actual?

La energía proveniente principalmente de combustibles fósiles está presente en todos los rincones de nuestra sociedad, desde la que está haciendo funcionar este portátil –probablemente generada en la central térmica de carbón más cercana-, hasta la que se empleó para hacer funcionar toda la maquinaria que fabricó las piezas y las ensambló. También la energía que se consumió para fabricar el transporte que trajo este ordenador a mi casa –lo compré desde la web del fabricante-, y por supuesto la energía que consumió el transporte en su camino. Ni qué decir de la energía que consumieron los trabajadores implicados, y la que yo mismo estoy consumiendo, proveniente de alimentos, que también han dependido en su siembra, cultivo, empaquetado y transporte de las energías fósiles. (afortunadamente, esto cambia mucho en la agricultura ecológica).

Para que nos hagamos una idea. Actualmente cada individuo del estado español tiene más de 35 hombres virtuales trabajando constantemente para él. Es una manera de dibujar la realidad de nuestro consumo energético, la energía disponible para cada ciudadano del estado español, el trabajo que puede producir esa energía, equivale al que podrían producir esos más de 35 hombres. Para entenderlo mejor, un ejemplo sacado de la red:

Un litro de gasolina equivale a 10 kWh de energía, una cifra equivalente al esfuerzo que tendríamos que realizar para subir diez coches de 1.200 Kg al último piso de la Torre Eiffel con una polea. Lo paradigmático es que un litro de gasolina puede tener un precio similar al de un litro de Coca-Cola. Imaginemos que hiciésemos este trabajo sin ayuda de máquinas y nos pagasen con una Coca-Cola: esclavitud!, gritaríamos.

Así es. La sociedad industrial está construida sobre la disponibilidad de energía barata, que ha permitido general toda la comodidad material de la que el 20% de los habitantes del planeta disfrutamos.

¿Qué relación tiene el crecimiento económico con la energía?

Salvo en experimentos financieros, crecimiento económico implica mayor consumo y mayor producción. Obviamente la fabricación de más bienes de consumo y su uso supone una necesidad mayor de energía (más hombres invisibles trabajando para nosotros), especialmente en una economía social donde todos se benefician del crecimiento, todos consumen y todos disfrutan de mayor bienestar material.

No quiero extenderme con este punto, para los que quieran más información, recomiendo este artículo de Luis Cosín que lo explica a las mil maravillas.

De modo que cada vez necesitamos más y más energía. Para encima, el crecimiento económico no es una línea recta, sino que es exponencial. Esto quiere decir que creciendo como crece el mundo (promedio) a un ritmo del 3%, cada aproximadamente 30 años, el Producto Interior Bruto de un país (o mundial, ya puestos) se dobla, y con ello la demanda energética. Es cierto que se podría optimizar mejor el uso energético de nuestro sistema productivo, pero ello solo supondría un poco de tiempo más para acabar enfrentándonos al mismo problema: Crecer eternamente es un auténtico disparate, materialmente imposible.



Supongo que a estas alturas no hace falta que le explique a nadie que el petróleo, el gas natural y el carbón son recursos finitos, que aún tienen muchas décadas por delante, pero antes o después se tienen que terminar.  Parece ser que el problema llega antes. La extracción de estos recursos requiere el uso de de energía. De mucha energía. Llega cierto punto en la vida de una mina de carbón, o de un pozo de petróleo, donde hay que picar tan abajo, o sacar un producto de tan baja calidad que la cantidad de energía invertida en su extracción, transporte y refinado supera a la cantidad de energía producida. Acabamos de descubrir la Tasa de Retorno Energético (TRE). En Asturias la deberíamos conocer bien ya, porque tenemos carbón para regalar, pero tras años y años de explotación, su rentabilidad ha bajado mucho, de ahí la crisis del sector. (Ojo, con esto no justifico la tomadura de pelo a los trabajadores de la minería, a los que se les prometió una reindustrialización que nunca llegó).

La noticia es que a nivel global, allá por 2005 entramos en la meseta de lo que sería el cenit del petróleo mundial, o peak oil. Tras algunos años de apalanque, se espera que la producción comience a descender a partir de 2015, y también su rentabilidad.

Si has seguido el post hasta aquí, entenderás que esto significa un colapso. El sistema necesita crecer, y para ello necesita energía, pero la disponibilidad y rentabilidad energética disminuye. En un momento dado, la producción petrolera no puede abastecer la demanda… y se lía la de dios. Es así de sencillo. No importa si este colapso, descenso, o como lo quieras llamar va sucediendo antes o después, solo importa comprender que es ley de vida, la tierra no puede soportar tanto bienestar, si se me permite la ironía. Espero que ahora veamos todos el elefante rosa en la habitación.
 
¡¡Con fabada casera, metano infinito!!
Otra cosa es que seas aficionado a las teorías de la conspiración y digas que “esto son mentiras de los iluminati para vender más caro el petróleo” o que “existen fuentes de energía libres e inagotables” (una lástima que nadie lo pueda demostrar en vivo ante científicos de verdad). O sacarás el bulo del motor de agua, que yo mismo me tragué en su día, antes de comprender que la cantidad de energía necesaria para separar el oxígeno del hidrógeno y hacerlo funcionar, es superior a la que produce luego ese hidrógeno… una joya vamos. Termodinámica básica, que obviamente ni tú ni yo tenemos por qué saber, lo que nos vuelve vulnerables ante el oportunismo de los vendedores de crecepelo y demás alquimistas contemporáneos.

Sin duda, a medida que continuemos adentrándonos en esta nueva crisis aparecerán profetas de estos por todas partes, diciendo que tienen la solución, pero los Rockefeller les silencian…

El “sueldo solar”.

De algún modo podemos considerar los combustibles fósiles como los ahorros energéticos del planeta. Como placas fotovoltaicas que han estado millones de años cargándose, pues su formación ha llevado eso, millones de años. Nosotros somos el yonki energético que se funde esos ahorros sin ningún miramiento.

Sin embargo, tenemos el sol, un sueldo permanente e inagotable (si, inagotable, me gusta pensar a largo plazo, pero tampoco tanto). El sol nos envía energía todos los días, energía que hacer crecer nuestros cultivos y nos permite vivir a nosotros y al resto de especies sobre la tierra. Paralelamente, hemos diseñado tecnologías para la aprovechar la energía solar, así como otras fuentes energéticas que dependen en parte del sol: viento, mareas....
Salvo que no te quieras enterar, llevarás unos cuantos años siendo consciente de que las energías renovables son el futuro. Porque no hay otra. Vivir del sueldo solar, de lo que papá sol nos paga todos los meses, porque nos hemos merendado los combustibles fósiles: no nos quedan ahorros. Esto sumado a la reutilización de aquello que sea reutilizable. Hasta las heces tienen valor, especialmente en el paradigma de la permacultura. Sin embargo, hay un problema:

De nuevo, la TRE. La rentabilidad de las energías renovables es mucho más baja de lo que muchos estiman y aún con un sistema impecable de renovables no podríamos generar la bestialidad de energía que estamos usando; (Recordemos, más de 30 hombres invisibles por individuo, y eso en España. En EEUU o Qatar ni te cuento).
 
Tira pa' alante Mariano!!
Puede ser duro aceptarlo, pero es así. Las leyes de la termodinámica son implacables. La energía puede que no se destruya, sino que se transforme, pero eso no significa que lo que resulta de una combustión sea energéticamente aprovechable, es decir, sea capaz de generar trabajo. No puedes usar el mismo litro de gasolina 2 veces. Por lo tanto, no podemos seguir a este ritmo, no porque no debamos (de hecho no debemos, el daño ecológico de una civilización que necesita fagocitar recursos a ese ritmo es insostenible), sino porque NO PODEMOS. Es irracional, acientífico, absurdo.

Repito conclusiones:

-El sistema necesita de un crecimiento económico constante para no colapsar.
-Dicho crecimiento requiere de un uso energético y de recursos creciente.
-Llegamos al cenit del petróleo, y la disponibilidad de energía barata va disminuyendo, así como su cantidad.
-Es irracional aceptar que podríamos crecer eternamente en un planeta finito.
-Con el cenit del petróleo (y los que vendrán: carbón, uranio, gas..) necesitamos aprender a vivir con lo que he llamado “sueldo solar”: la energía que recibimos en el día a día. La cantidad es muy inferior a la actual.

Para no hacer este post interminable y tedioso, dejo los ejemplos conocidos y la explicación sobre el decrecimiento controlado para la siguiente entrada.
¿Lo ves ahora, papá?